martes, 17 de julio de 2012

AMIGO BARREDA

Aún cuando son muchas las “celebrities” locales de la ciudad jacobea de Carrión de los Condes (Palencia), el único que no tiene un reconocimiento oficial desde la corporación municipal es mi amigo Ángel Luis Barreda Ferrer. En ocasiones fastidia ver como se reconocen a otros unos méritos que en realidad son propios de la labor profesional de la persona homenajeada. Méritos, sin duda merecidísimos, pero que poco o nada refutadamente documentado supusieron para Carrión de los Condes, en su día o hoy mismo. También es cierto, que la verdad pocas veces le importa al que asiste o incluso al que organiza estos homenajes.


El caso es que tras los merecidos homenajes a la Compañía de Jesús y a sus antiguos alumnos o el del profesor Enrique Fuentes Quintana, me ha surgido la duda de: ¿para cuando un homenaje a Ángel Luis Barreda?. La verdad es que él tiene méritos sobrados, ya que la publicidad impagable de llevar el nombre de Carrión de los Condes y del Camino de Santiago por medio mundo, nunca se la podremos agradecer bastante.


La hemeroteca, fonoteca y videoteca nos dan además muchos y variados motivos de diferente tipo acontecidos de manera continuada en los últimos cuarenta años. Varios de ellos siguen vigentes o activos en nuestros días. La memoria es más selectiva y por eso a veces pasa por alto las experiencias o hechos vividos. Uno, que se considera relativamente joven, siempre ha oído hablar de Barreda. Mi primer recuerdo de su persona es de cuando yo tenía siete años. Lo recuerdo perfectamente ya que fue durante la tarde-noche del 23 de febrero de 1981, tras las rogativas por la sequia, al salir de la iglesia de Santa María de las Victorias y del Camino. Recuerdo haber oído que: “Barreda se había ido a Portugal en helicóptero”. Como se pueden imaginar, aquello me sonaba a aventura maravillosa de una persona que al parecer era de Carrión y yo por aquel entonces no conocía. Ese es mi primer recuerdo de alguien, que con el trato y el tiempo, se ha convertido en un Amigo.


Está visto que la fama la ponen los demás, por mucho que se hagan méritos propios. La leyenda se alza aupada por la admiración o el rencor, pues ambos sirven. Por aquellos ahora lejanos años de mi niñez, finalmente pude poner cara a aquel señor que el imaginario popular había hecho volar en helicóptero hasta Portugal, cuando él realmente estaba en su casa. Le recuerdo con la famosa Peña Rabí, con el Grupo de Teatro, en la radio y en artículos del periódico. Siempre activo, participativo y generando actividades en las cuales todos nos divertíamos, bien como espectadores, o participando en ellas.


Durante unos años le perdí la pista o mis recuerdos son más vagos. Finalmente le retomé en el Camino de Santiago, con una nueva oficina de información, cuyo único delito fue que estaba mejor dotada y atendida que la municipal. Posteriormente oí críticas hacia su persona por llevarse la oficina a Frómista, algo en cierta medida incierto como se demostró con el tiempo. A la vera del Camino volvimos a reencontrarnos en 1995 en el Encuentro de Alcaldes del Camino Jacobeo celebrado en Carrión de los Condes, en el cual colaboré junto con Carmen Arribas, Puri Cantero y Susana Mota. Entonces el vago recuerdo mantenido desde los siete años, se convirtió en una relación de amistad que desde aquellas fechas nos ha llevado a participar juntos en diferentes proyectos expositivos, algunos de ellos itinerantes, bibliográficos, turísticos, promocionales, feriales, festivos, etc.


Reconozco que gracias a Ángel Luis Barreda, prendió en mí el interés por el Camino, especialmente cuando me comisionó para ir a Santo Domingo de la Calzada para allí, inventariar los libros que por entonces la Federación de Asociaciones Jacobeas guardaba en la Casa del Santo, cuando aún era sede de la Federación, donde trabajé junto a Maite Moreno. Libros con los cuales luego montamos una exposición en la iglesia de San Julián de Carrión de los Condes (Palencia), que posteriormente recorrió media España. Colaboraciones en la Revista Peregrino, conferencias, exposiciones temáticas, representaciones teatralizadas de leyendas locales, excursiones y un sinfín de actividades varias han jalonado desde entonces nuestra relación de amistad.


Al margen de lo que yo personalmente le pueda agradecer, él ya lo sabe, considero que ahora cuando se cumplen 25 años de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, es cuando Carrión de los Condes, su pueblo, del que ha llevado nombre y fama por toda España y Europa, debería cuando menos hacerle un homenaje. Eso sí amigo Barreda, espero que no te pidan que les dones un buen cuadro, ya que si no el homenaje te saldría caro a ti y quienes te debemos mucho somos nosotros, tus amigos de Carrión y los del Camino.
Enrique Gómez Pérez. Licenciado en Hª del Arte.